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Alexitimia: la desconexión de nuestras emociones

alexitimia

La alexitimia es un rasgo de personalidad que se caracteriza por la dificultad de conectar, ser consciente e identificar emociones experimentadas tanto por uno mismo, como por los demás. Sus causas no son conocidas, si bien se cree que podrían ser genéticas.  

La evidencia neurocientífica relaciona la alexitimia con un procesamiento emocional defectuoso. Y es que varios estudios muestran que personas altamente alexitímicas activan con menor intensidad zonas cerebrales límbicas en respuesta a estímulos negativos. Esto podría indicar una menor sensibilidad cerebral para reconocer esos estímulos (Kano et al., 2003; Van der Velde et al., 2013). 

Los peligros de la alexitimia

Esta dificultad para conectar con aquellas emociones que sentimos puede ocasionarnos varios problemas, por ejemplo:

  1. Mostrar una Falta de empatía hacia los demás. Al no saber interpretar qué sienten los de nuestro alrededor se hace complicado empatizar con esas personas.
  2. Aumentar la probabilidad de sufrir un trastorno mental.
  3. Agravar el trastorno en caso de sufrirlo.

Personas altamaente alexitímicas

Aunque la alexitimia es un constructo poco conocido fuera de la comunidad psicológica, resulta crucial tenerlo en cuenta para evaluar nuestro desempeño emocional a lo largo de la vida. El primer paso para poder gestionar nuestras emociones, es, sin duda, ser conscientes que sentimos esa emoción. Y si somos altamente alexitímicos, ese primer paso resulta realmente complicado.

¿Por qué decimos «altamente alexitímicos»?

Eso es debido a que la alexitimia no es un trastorno en sí mismo, con el que alguien pueda ser diagnosticado. Sino que las personas pueden mostrar un mayor o menor grado, dentro de un continuum, donde en un extremo se encuentra la normalidad, y en el otro, la incapacidad (o gran dificultad).

Las personas altamente alexitímicas pueden sentir que no están bien, pero a la vez, tener problemas para saber qué les ocurre. Esta incapacidad les impide canalizar o trabajar esa emoción. Y estas emociones no gestionadas pueden acabar desencadenando trastornos somáticos, como por ejemplo la psoriasis (existe una amplia evidencia que relaciona la alexitimia con ese trastorno de la piel). La asociación de este rasgo con trastornos médicos sugiere que podría representar un factor de riesgo para su desarrollo, probablemente debido a que esta respuesta alterada del estrés puede prolongar la exposición a los estresores, y a largo plazo, exacerbar una respuesta somática (Martin and Pihl, 1985).

Cómo mejorar la alexitimia

Si reconoces los síntomas que estamos describiendo podrías ser una persona altamanete alexitímica. En ese caso debes saber que el mejor tratamiento para mejorar, es el entrenamiento en inteligencia emocional. Aunque nuestro cerebro tenga dificultades para reconocer nuestras emociones, este aspecto se puede trabajar y entrenar. Comprender cómo se comportan las emociones, y qué efecto tienen en nosotros, puede ayudarnos a detectarlas y así gestionarlas mejor.

Mejora la alexitimia con Neruofeedback

El tratamiento de neurofeedback también puede ayudarte a mejorar la alexitimia. A través de la regulación de las estructuras límbicas cerebrales, esta técnica mejora nuestra conciencia emocional, facilitando así la gestión de estas emociones. Por esta razón, el neurofeedback es muy útil como tratamiento coadyuvante con la psicoterapia.

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